Aseguró que pudo haberles sacado información valiosa a los hombres de Obama, negó ser una prostituta y dijo temer por su vida. Hoy, está fuera de Colombia.
Esta sanandresana de nacimiento dice que su vida es hoy un desastre, luego de que su identidad quedara al descubierto por el escándalo sexual que protagonizó con uno de los agentes del presidente Barack Obama durante la Cumbre de las Américas en Cartagena a mediados de marzo.
En entrevista exclusiva con La W Radio y Noticias Caracol, calificó de “bobos” a estos agentes y aseguró haber visto a por lo menos diez de ellos completamente ebrios en un sitio nocturno de la ciudad.
“En la discoteca sí había muchos más agentes. Eran 10, 11 agentes. Yo partí con él (el agente con el que se involucró). Los otros tenían una conducta muy indisciplinada, se subían a las mesas (…) Compraban alcohol como comprar agua”, dijo Dania.
Aclaró, sin embargo, que no sabía que se tratara de agentes secretos. “En ningún momento me di cuenta que ellos hacían parte de la seguridad de Obama”.
El hombre con el que pasó la noche, según ella, estuvo a su entera disposición. De haber sido una terrorista –dijo-, pudo haber sacado información valiosa. “Cuando él se durmió yo hubiera podido revisar sus papeles, su maleta, todo”.
Cómo fue el escándalo
"Lárgate, no te voy a pagar", le gritó el agente a Dania, tras prometerle 800 dólares por sus servicios. "Sacó unos 50.000 pesos para el taxi. Yo le dije: ‘ok, me voy'. Le toqué la puerta al amigo y le pedí que me diera mi dinero. Yo no vine por gusto...es un negocio, así suene feo", relata la mujer.
"Le rogué hasta las 10 y media para que me diera mi dinero. El hombre se encerró en el cuarto y no quería abrir. Yo no hice escándalo, eso es mentira, todo se hizo con discreción", agrega.
Dania, asegura, salió del hotel y en las afueras del lugar se encontró con un policía, a quien le contó lo que había ocurrido. "El policía -señala- le toca la puerta (al agente) y no abre (...) como todo el mundo se dio cuenta, yo dije: ‘ahora sí no me voy a ir sin mi dinero'".
Sin embargo, dice, "entre los tres agentes reunieron 250 dólares y me fui para mi casa".
"De la discoteca él salió un poquito ebrio, yo también. Él era consciente de lo que estaba haciendo (...) como vi que era extranjero, pensé que me podía pagar. Me confié. Lo vi tan seguro, lo vi pagando cuentas con tarjeta, me dio un billete de 50 (dólares) para comprar los preservativos", recuerda.
Añade que "la entrada al hotel fue a la una de la mañana, hasta la llamada a las 6 y media (...) en el hotel se maneja todo muy discreto. Llega uno, deja un documento y dice a qué habitación se dirige".
Dania sostiene que solo vio un uniforme café en la habitación y admite que sí tuvo relaciones sexuales con el agente. "Sí, sí pasó, y con mayor razón él debía pagarme mi dinero", recalca.
"Todo este escándalo ha dañado mi vida, donde quiera me señalan", afirma y asegura que teme por su seguridad: "temo de las represalias que puedan tomar. Tengo mucho miedo, incluso salí del país por este problema; primero, porque me tachaban, y segundo, por ellos (agentes). Me da miedo por mi familia, por mi hijo, por mí".
Cuestionado sobre qué viene para su vida, responde: "Estoy dispuesta a hacer cualquier cosa ahora. Si me pagan una suma de dinero justa, yo me desnudaría en una revista".
Confiesa que su madre no sabía a qué se dedicaba y dice que el escándalo "me dejó curada, yo no lo voy a volver a hacer (prostituirse)".
Los antecedentes
La noche del 11 de abril, dos días antes de la llegada del presidente Barack Obama a La Heroica, miembros de su seguridad que habían viajado con antelación a la ciudadcontrataron los servicios de varias trabajadoras sexuales.
Una de esas mujeres fue Dania. Según se ha conocido, uno de los hombres de Estados Unidos prometió pagarle 800 dólares, pero al final solo le ofreció 30, lo que causó que ella hiciera un reclamo que tuvo eco en todo el Hotel Caribe -donde se hospedaban los agentes- y que, finalmente, trascendió al mundo.
Los agentes involucrados, nueve de los cuales ya han sido retirados de su cargo, tuvieron que regresar de inmediato a Estados Unidos.
El tema, al que incluso se refirió el propio Barack Obama, llegó hasta el Congreso de ese país, y puso una vez más sobre el relieve que en Cartagena -como en la mayoría de ciudades turísticas- se mueve de manera muy activa el negocio de la prostitución.
En Colombia, por supuesto, no se hicieron esperar las reacciones, empezando por la de la canciller María Ángela Holguín, quien en polémicas declaraciones aseguró que "donde hay un hombre hay prostitución", siguiendo por la de las autoridades de la capital de Bolívar, que pidieron a Estados Unidos una indemnización por el daño que el escándalo le ha causado a la ciudad.
El incidente sirvió de trampolín para que se conocieran escándalos similares en otros países, también protagonizados por agentes de seguridad de Washington.
Se supo, por ejemplo, que unidades de la Embajada de EE. UU. en Brasil arrojaron de un vehículo a una prostituta, y que en El Salvador fueron sancionados tres infantes de Marina por contratar trabajadoras sexuales.
Fuente: CaracolTV
2 comentarios :
hola !!! nada mas puedo decir que a una colombiana no se le roba jejeje que viva colombia.
PD: que pena es que hasta ahora estoy empesando en el mundo de los blog y quisiera que entraran a mirar como va y dieran sus opiniones xD http://active-internet-blogger.blogspot.com
Listo ya lo veo.
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