Así quiero titular esta columna para desahogarme de la presión social en la que me encuentro, no se si a algunos de ustedes les ha pasado en estos últimos tiempos, que por no tener un bendito Blackberry han sufrido lo mismo que yo. Pues bien el caso es el siguiente, como todo gira en torno a lo que se pone de moda en los distintos aspectos, la comunicación y la tecnología no pueden faltar y de las cuales yo me declaro amante, cada vez que asisto a mis reuniones sociales, llámese de universidad, de amigos, políticas, familiares y hasta uno que otro u otra que le caiga mal, siempre llega un momento en esa conversación que surge la gran pregunta del millón y dice "CUAL ES TU PIN?", señoras y señores así es como yo respondo "NO, NO TENGO PIN" con una mirada de esas que dicen muchas cosas desagradables y se desprende desde ese momento una serie de cuestionamientos del por que no tengo pin o "bb" como si fuera algo indispensable para la existencia de la vida humana.
Si bien es cierto el aparato es uno de esos males necesarios para uno darle el uso que mas le convenga, no entiendo por que las personas hoy preguntan primero por el pin antes que por tu nombre, como si el teléfono que portas dijera lo que tu eres o haces, pues no, a mas de uno de mis amigos y conocidos los he visto con sus "BB" y sin un minuto para llamar, situación en la que nunca ando, ahí es cuando orgullosamente pienso, no tendré pin, pero tengo los minutos que quiera, además no me quejo de mi celular actual porque es un Nokia de esos que hacen mas que mil celulares, así que no me preocupo.
Ojala y todos mis amigos que ejercen esa presión social que hoy siento (con humor), puedan leer este articulo y dejen de JODER con el tema del Blackberry, admito que estoy que lo compro, pero cada vez que me piden el endemoniado pin, parece que me dieran en mis partes nobles.
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