viernes, 4 de diciembre de 2009

Gobernación del Cesar legaliza tierras de la comunidad indígena yukpa

Con este hecho se benefician las comunidades de la región de Iroka en la Serranía de Perijá, zona rural de Codazzi.
Después de numerosas solicitudes  en años anteriores, primero ante la Gobernación del Cesar y luego acudiendo a las vías de hecho como la toma de la sede de la Procuraduría Regional de este Departamento, la comunidad indígena yukpa asentada en la Serranía del Perijá comienza a  disfrutar de manera legal la tenencia de sus tierras.
Con base en la visita que realizó en meses pasados al territorio yukpa el gobernador del Cesar, Cristian Moreno Panezo, dejó sentado el compromiso de, aparte de  anunciarles la implementación de un programa de seguridad alimentaria, legalizarles sus tierras por medio de escrituras.
Esa vez el Mandatario de los cesarenses llegó al reguardo indígena Iroka, donde en cerca de ocho mil hectáreas de tierra viven 43 colonias yukpas, prácticamente en condiciones de miseria.
"Las primeras escrituras que firmamos para legalizarlas en el acto corresponden a la Finca Santa Lucía, situada en el resguardo Iroka, en jurisdicción del municipio de Codazzi", manifestó Hernán Gutiérrez,  coordinador de Asuntos Étnicos del Cesar.
Aclaró que lo que se persigue es el saneamiento y ampliación de los resguardos de la comunidad indígena yukpa, por medio de la entrega de tierras con sus respectivos títulos de propietarios.
Dijo que en el proceso se presentan muchos problemas  porque los propietarios de las tierras no tienen los documentos en regla; sin embargo, cree que con la firma de las escrituras se da el primer paso  para beneficiar inicialmente al resguardo Iroka.
Por su parte, líder yukpa Rafael Kikenshi dijo que "hay que pensar en nuestros niños que crecerán y querrán tierras planas para sembrar".
A la vez que expresa que hace muchos años su comunidad reclama unas 285 mil hectáreas ubicadas  en las estribaciones de Perijá y tierras planas de las que fueron expulsados a lo largo del siglo XX, aunque algunas las ocuparon nuevamente por la fuerza en los últimos años, lo que  generó conflictos con los productores agropecuarios, a quienes consideran invasores.
Dice que la mayoría de los yukpas reclama una delimitación del territorio para el conjunto de su pueblo, y no parcelado entre comunidades, "por lo que las que se sientan disminuidas seguirán con la presión sobre haciendas ganaderas que consideren parte de su territorio ancestral".
Por otro lado, en los próximos días la Administración Departamental firmará las escrituras del predio denominado 'Pekín', con destino a la comunidad Chimila, que aunque ancestralmente se conoce como dueña de una faja de tierra que va desde la Serranía del Perijá hasta el río Magdalena, en estos momentos no cuenta por lo menos con un centímetro de terreno para vivir y explotar,  manifestó Hernán Gutiérrez.
AGUSTÍN BUSTAMANTE
Especial para EL TIEMPO
VALLEDUPAR
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